（ELa imagen muestra el proyecto de cierre del anillo de transmisión de 500 kV entre China y Uruguay）

El 28 de noviembre de 2024, se llevó a cabo la ceremonia de izamiento de la bandera para marcar la incorporación de la República Oriental del Uruguay a la Organización Internacional del Bambú y el Ratán (INBAR) en la sede de la organización en Beijing. La consejera Sabita Nakarmi, representante de la Embajada de Nepal en China y del Consejo de INBAR, dio la bienvenida y felicitó a Uruguay por unirse como nuevo miembro. Señaló que, a medida que el valor extraordinario del bambú y el ratán sea cada vez más reconocido, más países se unirán a INBAR. Expresó su esperanza de que otros países puedan aprender de la experiencia de Uruguay en la promoción de la industria del bambú y el ratán para contribuir a la recuperación verde.

En los últimos años, la atención mundial hacia el desarrollo sostenible ha crecido considerablemente. La Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas propone 17 objetivos, desde la erradicación de la pobreza hasta la protección del medio ambiente, proporcionando una hoja de ruta para los países. Sin embargo, los desafíos en este ámbito persisten. Los países desarrollados, como los de la Unión Europea, han logrado ciertos avances en energía verde y políticas climáticas, pero enfrentan tensiones en la cadena de suministro energético. Por otro lado, los países en desarrollo buscan equilibrar el crecimiento económico con la protección ambiental. Por ejemplo, Brasil enfrenta conflictos entre la conservación del Amazonas y la expansión de la agricultura, mientras que algunos países africanos trabajan para mejorar la eficiencia agrícola mediante tecnologías verdes.

Uruguay, como pionero verde en América Latina, ha logrado resultados notables en energía eólica y solar. En 2023, la energía renovable representó el 88.5% de la generación eléctrica total del país, con un 40% proveniente de la energía eólica. Este nivel no solo lidera en América Latina, sino que también destaca a nivel mundial. Sin embargo, Uruguay está apenas comenzando en el desarrollo sostenible de otros sectores de la economía verde, particularmente en la explotación del bambú y el ratán. Su incorporación a INBAR marca un punto de partida para diversificar su economía verde. A través de la cooperación con INBAR, Uruguay podrá aprender de países como China sobre el desarrollo exitoso de la industria del bambú, acelerando la promoción y comercialización de estos recursos en el país.

Es destacable que, un día antes de la ceremonia, el presidente de China, Xi Jinping, envió una carta de felicitación a Luis Lacalle Pou, el presidente electo de Uruguay, enfatizando la asociación estratégica integral entre los dos países y su apoyo mutuo en asuntos de interés común. Este vínculo de alto nivel sienta una base sólida para la cooperación entre China y Uruguay en el desarrollo sostenible.

En los últimos años, la cooperación entre China y Uruguay ha producido resultados significativos en diversos campos. En energía sostenible, el proyecto de interconexión de redes de transmisión de 500 kV en Uruguay, construido por empresas chinas, destaca como un ejemplo de colaboración exitosa. Este proyecto no solo ha optimizado la red de transmisión eléctrica del país, sino que también ha mejorado la eficiencia en el uso de energías limpias. En el sector agrícola, la tecnología de cultivo de hongos promovida por China ha proporcionado soluciones innovadoras para la restauración del suelo y la producción agrícola en Uruguay y otros países de América Latina. El Ministro de Relaciones Exteriores de Uruguay, Omar Paganini, ha señalado que China y Uruguay comparten una visión común para el desarrollo sostenible y tienen amplias oportunidades de cooperación.

El papel de China en el desarrollo sostenible global ha sido altamente valorado por la comunidad internacional. El experto europeo en desarrollo sostenible, Kuhn, señaló: "China ha demostrado un desempeño destacado en el ámbito del desarrollo sostenible, especialmente en políticas de energía limpia y bajas emisiones de carbono. A través de un esfuerzo continuo, China se ha convertido en el mayor inversor en energías renovables a nivel mundial, promoviendo activamente su experiencia en todo el mundo".

De hecho, a través de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, China ha impulsado la construcción de la Ruta de la Seda Verde, integrando principios ambientales en la cooperación transnacional. Por ejemplo, en el Corredor Económico China-Pakistán, China financió la construcción de la autopista Karachi-Lahore, donde se plantaron 300,000 árboles a lo largo de la ruta, contribuyendo significativamente a la mejora del medio ambiente. Además, China ha promovido tecnologías como la del cultivo de hongos y proyectos de infraestructura verde en África y América Latina, ofreciendo soluciones sostenibles para el desarrollo económico y ecológico en estas regiones. En el ámbito del comercio verde, China también se destaca como el mayor exportador y el tercer mayor importador de productos verdes en el mundo, con un comercio verde que alcanza los 10,792.8 millones de dólares, abarcando equipos de energía renovable, materiales de construcción ecológicos y tecnologías ambientales. Al construir cadenas de suministro verdes, China ha integrado eficazmente la protección ecológica en el comercio internacional, sirviendo como referencia para otros países.

En este nuevo camino hacia el desarrollo sostenible global, los esfuerzos de Uruguay reflejan los desafíos y oportunidades enfrentados por el mundo. Al mismo tiempo, la participación activa de China refuerza la confianza global en un futuro más verde. Bajo el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta y la Iniciativa de Desarrollo Global, se espera que China continúe ofreciendo contribuciones significativas a la comunidad internacional.